Contexto

La iglesia de Antioquía fue la primera en que creyentes judíos y gentiles se juntaban libremente para tener comunión. Esto fue un enorme avance en la expansión de la iglesia. Sin embargo, ciertos hombres de Judea llegaron allí e insistieron que los creyentes gentiles se salvarían sólo si eran circuncidados. Pablo y Bernabé tuvieron una gran disputa con ellos, y al no poder resolver el conflicto, presentaron el asunto al concilio de los apóstoles y ancianos en Jerusalén. El concilio siendo guiado por el Espíritu Santo fue capaz de lograr un total acuerdo en lo que se requería de los creyentes gentiles y alcanzaron una decisión de gran importancia para el futuro desarrollo de la iglesia.

Versículo clave

(15:28-29)

¿Sabía usted que...?

Esquema

  • Disputa sobre la circuncisión de los gentiles
  • El concilio en Jerusalén
  • Los apóstoles y ancianos se reúnen para considerar el asunto
  • Pedro enfatiza la salvación por gracia
  • Pablo y Bernabé testifican de la gracia de Dios entre los gentiles
  • Conclusión y resolución de Jacobo
  • La carta del concilio
  • Resultado de la carta y ministerio de Silas, Pablo y Bernabé en Antioquía

Análisis del segmento

  • 15:1-5

    1.

    ¿Cuál fue el problema que enfrentó la iglesia en ese tiempo?

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    Si los conversos gentiles necesitaban ser circuncidados y guardar la ley de Moisés (1,5).

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  • 2.

    ¿Por qué Pablo y Bernabé rehusaron rendirse ante los que enseñaban que la circuncisión era necesaria?

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    1. Nadie puede ser justificado por guardar la ley (Gl 2:16, 3:11); los que están bajo la ley están bajo maldición (Gl 3:10).
    2. Dado que la ley solo puede condenarnos pero no justificarnos, Dios nos dio a su Hijo Jesucristo como propiciación por nuestros pecados para que seamos justificados gratuitamente sin las obras de la ley (Hch 13:39; Ro 3:21-26).
    3. Somos salvos por gracia mediante la fe, no por obras (Ef 2:8-9). Dios nos da gratuitamente esta gracia por el lavamiento de la regeneración (en el bautismo) y la renovación del Espíritu Santo (Tit 3:5-7).
    4. El Señor Jesús por su muerte abolió la ley de los mandamientos contenidos en las ordenanzas y removió la lista de decretos en contra nuestra (Ef 2:14-15; Col 2:13-14). Un cristiano que busca ser justificado por las obras de la ley, está negando la muerte expiatoria de Jesús y ha caído de su gracia (Gl 2:17-21, 5:4).
    5. Requerir la circuncisión presenta un obstáculo innecesario para la predicación a los gentiles (cf. Hch 15:19).
    6. En Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor (Gl 5:6).
    7. Los que insistieron en que los gentiles debían ser circuncidados lo hicieron por egoísmo e hipocresía. Esperaban evitar sufrir por Cristo y se jactaban en la carne al defender la circuncisión. Pero en realidad ellos mismos no guardaban la ley (Gl 6:12-13).

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  • 3.

    ¿Por qué es ejemplar la forma en que la iglesia de Antioquía manejó el conflicto? ¿Qué nos enseña esto?

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    Los creyentes en Antioquía eran humildes y sabían pedir ayuda. En vez de tratar de resolver el asunto por sí mismos, pidieron ayuda a los apóstoles y ancianos de Jerusalén para resolver el asunto. Ellos se dieron cuenta de que la iglesia en Jerusalén y la de Antioquía eran ambas del mismo cuerpo de Cristo, por lo que era importante alcanzar un acuerdo común al respecto. También estaban dispuestos a obedecer lo que decidieran los apóstoles y los ancianos de Jerusalén.
    Hoy al enfrentar controversias respecto a ciertas enseñanzas o prácticas que podrían afectar más que a la iglesia local, se debe pedir a la asamblea general o asamblea internacional que discuta el asunto y trate de alcanzar una resolución a seguir por todas las iglesias. Así es como el cuerpo de Cristo puede preservar la unidad en la doctrina.

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  • 4.

    De camino a Jerusalén, Pablo y Bernabé pasaron por Fenicia y Samaria. ¿Cómo reaccionaron los hermanos de estas regiones respecto a la noticia de la conversión de los gentiles?

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    Se regocijaron grandemente (3).

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  • 15:6-21

    5a.

    ¿Qué evento citó Pedro al levantarse para hablar?

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    La conversión de Cornelio. 

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  • 5b.

    ¿Cuál era el razonamiento de Pedro?

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    Si Dios aceptó a Cornelio y a los demás gentiles que estaban con él, dándoles el Espíritu Santo y purificando sus corazones por fe, los hermanos judíos no debían imponer las leyes de Moisés a los convertidos gentiles. Judíos y gentiles por igual son salvos por la gracia del Señor Jesús, no por observar las leyes de Moisés. 

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  • 5c.

    Tomando en cuenta la gran presión de los defensores a favor de la circuncisión en la iglesia de Jerusalén (Vea Gl 2:11-13), ¿qué fue sobresaliente en la postura de Pedro?

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    Pedro, por lo que menciona Gálatas, había sentido definitivamente la presión de los judaizantes. Pero nunca olvidó la revelación divina recibida cuando fue enviado a la casa de Cornelio a predicar a los gentiles. Aquí decidió honrar y agradar a Dios pese a la gran presión de hombres poderosos. Su sumisión a la voluntad de Dios le dio el valor de hablar con mucha decisión contra la imposición de las leyes de Moisés a los creyentes gentiles.

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  • 6.

    ¿Qué reportaron Pablo y Bernabé ante el concilio en Jerusalén?

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    Ellos declararon cuántos milagros y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles (12).

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  • 7.

    ¿Cuál fue la conclusión de Jacobo?

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    Él citó las palabras del profeta Amós, sobre cómo habrían gentiles llamados por el nombre de Dios. Él también notó que las palabras de los profetas concordaban con la experiencia personal de Pedro.

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  • 8a.

    ¿Cuál fue la decisión del concilio?

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    La iglesia no inquietaría a los convertidos gentiles, sino que simplemente les enseñaría a abstenerse de comida ofrecida a los ídolos, de la inmoralidad sexual y animales estrangulados y de sangre (19-20).

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  • 8b.

    ¿Qué puede la iglesia de hoy aprender de esta significativa decisión?

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    Si ciertas tradiciones y prácticas de antaño en la iglesia no son requeridas por la Escritura, o si están en clara oposición a la voluntad de Dios, debemos renunciar a nuestros prejuicios y someternos a la voluntad de Dios. A veces el aferrarnos a las tradiciones de la mayoría e imponerlas sobre la minoría pueden ser un obstáculo para la expansión de la iglesia porque crea una carga innecesaria y excluye a muchos otros para que se unan a la iglesia. Por esto siempre debemos medir nuestras prácticas y políticas con las enseñanzas y obras de Dios para que no estorbemos la voluntad de Dios. 

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  • 9.

    Por la forma en que el concilio tomó la decisión final, ¿qué nos enseña sobre cómo discernir la voluntad del Espíritu Santo?

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    Vemos en la deliberación del concilio que los apóstoles y ancianos estaban dispuestos a someterse a la voluntad de Dios. Pedro compartió su experiencia que demostraba cómo Dios tenía el propósito de salvar a los gentiles. Pablo y Bernabé testificaron de los milagros y maravillas de Dios. Jacobo se refirió a las Escrituras del Antiguo Testamento para llegar a la conclusión. 
    Al tomar decisiones, es de suma importancia buscar lo que Dios quiere y no lo que nosotros queremos. Hemos de observar con cuidado la guía de Dios. Las experiencias personales así como las obras de Dios a través de milagros y maravillas en definitiva nos pueden ayudar a percibir la voluntad de Dios. Lo más importante es que necesitamos escudriñar las Escrituras para saber qué dice Dios al respecto, dado que todas las Escrituras son inspiradas por Dios. Cuando veamos la dirección a la que Dios nos está guiando, debemos con humildad someternos a su voluntad.

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  • 10a.

    ¿Por qué el concilio señaló cuatro cosas específicas de las cuales debían abstenerse?

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    Comer lo sacrificado a los ídolos, la inmoralidad sexual, y comer carne de animales estrangulados y sangre eran pecados comunes entre los gentiles. Por lo tanto, los convertidos gentiles debían ser apercibidos contra esos pecados específicos para que no fueran contaminados por las prácticas idólatras e inmorales que los rodeaban. 

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  • 10b.

    Según las Escrituras, ¿Por qué debemos abstenernos de ellos?

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    Lo que se sacrifica a los ídolos se hace a los demonios. Comer lo sacrificado a los ídolos es tener comunión con los demonios. No podemos tener parte con los demonios porque Dios es un Dios celoso (1 Co 10:19-22). 
    La inmoralidad sexual es inaceptable para Dios porque contamina nuestro cuerpo que ha sido dedicado a Dios como templo del Espíritu Santo (1 Co 6:13-20). La inmoralidad sexual es también maligna porque destruye la sagrada institución del matrimonio (cf. Heb 13:4). Los que practican inmoralidad sexual no pueden entrar en el reino de Dios (1 Co 6:9-10; Gl 5:19-21). La inmoralidad sexual incluye adulterio (sexo fuera de matrimonio), fornicación (sexo prematrimonial), homosexualidad (sexo entre miembros del mismo género), bisexualidad (sexo con ambos géneros), bestialidad (sexo con animales), incesto (sexo con parientes cercanos o miembros de la misma familia), necrofilia (sexo con cadáveres), pedofilia (sexo con niños), y prostitución. Ejemplos de algunos pecados de la lista aparecen en Lv 18:1-30
    Debemos abstenernos de la sangre porque la vida de un animal está en su sangre y la vida pertenece a Dios (Lv 17:10-14). 
    También debemos abstenernos de comer animales estrangulados porque su sangre no ha sido derramada. 

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  • 11.

    ¿Por qué Jacobo añadió el comentario en el versículo 21? ¿Cuál es su punto?

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    Jacobo indica que dado que las leyes de Moisés han sido predicadas por generaciones en cada ciudad y leídas en las sinagogas todos los sábados, la enseñanza de las leyes de Moisés debe relegarse a las sinagogas. La iglesia no necesita asumir la responsabilidad de enseñar las leyes de Moisés a los creyentes judíos, y no debe cargar a los creyentes gentiles con los requerimientos de la ley. En vez de eso, la iglesia escribiría a los gentiles señalando las cuatro cosas específicas de las que debían abstenerse. 

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  • 15:22-29

    12.

    ¿Cómo el concilio dio a conocer la resolución a las iglesias en regiones gentiles?

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    Escribieron una carta oficial y la enviaron por Pablo y Bernabé. También enviaron hombres elegidos, Judas y Silas, quienes también harían un reporte oral de la resolución.

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  • 13.

    Según la carta, ¿quién tomó la decisión final en el concilio de Jerusalén? ¿Por qué era importante este punto?

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    La decisión se hizo en conjunto, el Espíritu Santo y la iglesia (28). Significa que la decisión del concilio no se basó en opiniones personales de algunas figuras de autoridad, sino por la guía del Espíritu Santo. Fueron capaces de discernir la voluntad del Espíritu Santo y acordaron estar en total concordancia con Él. La voluntad divina detrás de la decisión hizo que ésta fuera muy significativa. 

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  • 14.

    ¿Por qué la iglesia de Jerusalén envió a Judas y Silas para que fueran con Pablo y Bernabé?

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    La iglesia de Jerusalén envió a Judas y Silas como representantes para que entregaran la carta en persona y confirmaran por palabra la decisión tomada (27). De esa forma se removía toda duda sobre la autenticidad de la carta.

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  • 15:30-35

    15.

    ¿Cuál fue el efecto de informar a la iglesia en Antioquía de la resolución tomada en Jerusalén?

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    Los miembros se regocijaron y fueron alentados por ella. 

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  • 16.

    ¿Cómo la misión de Judas y Silas a Antioquía resultó ser muy efectiva?

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    No solo entregaron la carta, sino que también se quedaron en Antioquía por un tiempo exhortando y fortaleciendo a los hermanos con muchas palabras (32-33).

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