Autor

En el libro, cuatro veces el autor se identifica como Juan (1:1, 4, 9, 22:8). Desde el segundo siglo se ha sostenido que el autor es el apóstol Juan, hijo de Zebedeo (Mt 4:21), quien fue también el autor del evangelio de Juan y las cartas que llevan su nombre. Según la tradición, Juan escribió el Apocalipsis luego de que el Emperador Domiciano lo desterrara a la Isla de Patmos (cf. 1:9).

Destinatario

El Apocalipsis fue escrito como una carta dirigida a las siete iglesias en Asia Menor, en la actual Turquía (1:4). También su mensaje va dirigido a todo el que logre tener acceso a la carta (2:7, 11, 17, 23, 29, 3:6, 13, 22).

Fecha

La fecha de su escritura es desconocida, aunque se han propuesto dos períodos: 1) poco después del reinado de Nerón (54-68 d.C.) y 2) al final del reinado de Domiciano (81-96 d.C.).

Lugar

Isla de Patmos (1:9), 60 kilómetros al suroeste de Mileto.

Propósito

Cuando Juan escribió el Apocalipsis, la iglesia enfrentaba severa persecución y peligros contra la fe. A diferencia del Judaísmo, que era una religión establecida dentro del Imperio Romano y por ende gozaba de ciertas libertades, el Cristianismo estaba sujeto a persecución por rehusarse a reconocer a los dioses romanos. Durante el reinado de Nerón, había surgido una terrible persecución, y éste había torturado, crucificado y quemado vivos a los cristianos. El martirio se menciona en 2:13 y 6:9 que muestran la persistente persecución que los cristianos padecían.

El culto imperial, ampliamente divulgado, demandaba veneración y adoración a los Emperadores, lo que ponía a los cristianos en una situación muy vulnerable. Los verdaderos creyentes, fieles a Jesucristo el Rey y no devotos del Emperador, fueron señalados como blancos de persecución.

Para empeorar las cosas, los judíos eran hostiles a los cristianos y con frecuencia los acusaban frente a las autoridades. Por esto leemos en el Apocalipsis (2:9, 10, 3:9) de las persecuciones por parte de “los que dicen ser judíos y no lo son”.

Además de las persecuciones, la iglesia luchaba contra la infiltración de la secularización y las falsas enseñanzas. La iglesia en Laodicea, por ejemplo, se entregaba a las riquezas pero era ignorante de su pobreza espiritual y su tibieza (3:14-22). Las cartas a las siete iglesias advertían a los creyentes sobre los falsos maestros y sobre las personas inmorales, incluyendo a los Nicolaítas (2:6, 15) y a los seguidores de Balaam (2:14) y Jezabel (2:20-23). Por lo cual, Dios mandó a su pueblo salir de Babilonia (18:4), que es una imagen del mundo pecaminoso descrito como una mujer arrogante de esplendor material que se ha embriagado con la sangre de los santos y mártires (17:6).

El propósito del Apocalipsis se declara en 1:1. Dios muestra a sus siervos las cosas que deben de acontecer pronto. Notando el intenso conflicto entre los cristianos y las fuerzas de maldad, el libro de Apocalipsis fortalece a los creyentes de todas las generaciones para que se mantengan fieles a Cristo hasta la muerte. Dado que Cristo será el vencedor final y Satanás está condenado a la destrucción, los seguidores de Cristo tendrán gloria eterna luego de sufrir por un tiempo. El Apocalipsis es también un libro de advertencia y un llamado al arrepentimiento para una generación adúltera. Como creyentes que esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva, no debemos participar en la maldad de este mundo. La iglesia debe permanecer firme en la lucha contra el pecado y adornarse a sí como una novia sin mancha para unirse al Señor en el último y más grande banquete de bodas.

Características únicas

1. Se diferencia de las otras escrituras del Nuevo Testamento en su forma y tema. Según Juan, es un libro de profecía (1:3, 22:7, 10, 18-19). Por lo cual, el libro pertenece a un género literario llamado escritos apocalípticos (la palabra apocalipsis proviene del griego apocalypsis, “una revelación”) y su contenido es de naturaleza escatológica (contiene enseñanzas acerca del final de las cosas).

2. Es rico en símbolos e imágenes.

3. Posee numerosas citas y alusiones del Antiguo Testamento, más que cualquier otra escritura del Nuevo Testamento. 

4. Los números 7 y 12 predominan en el libro. 
El número 7: siete bienaventuranzas (1:3, 14:13, 16:15, 19:9, 20:6, 22:7, 14); siete iglesias (1:4, 11); siete espíritus (1:4, 4:5, 5:6); siete candelabros de oro (1:12); siete estrellas (1:16); siete lámparas (4:5); siete sellos (5:1); siete cuernos y siete ojos (5:6); siete ángeles y trompetas (8:2); siete diademas (12:3); siete plagas (15:1); siete copas (17:1); siete montes (17:9); siete reyes (17:10).
El número 12: doce mil de cada una de las doce tribus (7:4-8); una corona de doce estrellas (12:1); doce puertas (21:12); doce ángeles (21:12); doce cimientos (21:14); doce apóstoles (21:14); doce mil estadios (21:16).

5. Contiene muchos cánticos de alabanza y adoración.

6. La atención se alterna entre los que están en el cielo y aquellos que están en la tierra. Vea el cuadro a continuación.

Cuadro B   [ref]

Introducción 1:1-20
Gente sobre la tierra (Cap. 2-3)

En la tierra:
6:1-7:8
8:7-11:14
11:19b
12:13-13:18
14:6-20
16:1-18:24
19:17-20:15

En el cielo:
4:1-5:14
7:9-8:6
11:15-19a
12:1-12
14:1-5
15:1-8
19:1-16

Gente sobre la nueva tierra (21:1-22:5)
Conclusión (22:6-21)

Versículo central

“Escribe, pues, las cosas que has visto, y las que son y las que han de ser después de estas”. (1:19).

Visión panorámica

Lea todo el libro para tener una idea general, luego anote una frase que describa el contenido según las divisiones en el Cuadro C.

1. Observe y anote la progresión de los sellos, las trompetas y las copas y cómo se relacionan entre sí. Note el intervalo entre los sellos y las trompetas, y entre las trompetas y las copas. ¿Cuántos capítulos ocupa cada intervalo?

Las siete trompetas están dentro del séptimo sello y las siete copas dentro de la séptima trompeta. Capítulo 7 registra el intervalo entre los sellos y las siete trompetas, 10:1-15:4 registra el intervalo entre las trompetas y las siete copas.

2. ¿Cuál es el tema principal de los cánticos en el Apocalipsis? ¿Dónde aparecen los cánticos generalmente?

Los cánticos son primordialmente alabanzas atribuyendo toda la gloria, la gratitud, el honor y el poder a Dios, y los cánticos generalmente preceden a los juicios.

Los siguientes son algunos de los posibles esbozos para el libro:

  1. 1:19: Las cosas que has visto (Cap. 1), las cosas que son (Cap. 2-3), y las cosas que han de ser después de estas (Cap. 4-22).
  2. Cuatro visiones claves: la visión del Hijo del Hombre en medio de las siete iglesias (Cap. 1-3); la visión del rollo sellado con siete sellos, las siete trompetas, las siete señales y las siete copas (4:1-19:10); la visión del retorno de Cristo y la consumación de esta era (19:11-20:15); y la visión del cielo nuevo y la tierra nueva (21-22). [ref]
  3. Siete actos en un drama: [ref]

El título del Apocalipsis (1:1-3

Saludo a las siete iglesias (1:4-6)

Prólogo: dos voces (heraldo y el Señor Dios) (1:7-8

Acto I: La iglesia sobre la tierra (1:9-3:22)
A. Contexto: Los siete candelabros de oro (1:9-20)
B. Las cartas a las siete iglesias (Cap. 2-3)
Escena 1: La iglesia desapasionada (Efeso; 2:1-7) 
Escena 2: La iglesia perseguida (Esmirna; 2:8-11) 
Escena 3: La iglesia tolerante (Pérgamo; 2:12-17) 
Escena 4: La iglesia comprometida (Tiatira; 2:18-29) 
Escena 5: La iglesia muerta (Sardis; 3:1-6)
Escena 6: La iglesia misionera (Filadelfia; 3:7-13)
Escena 7: La iglesia arrogante (Laodicea; 3:14-22)

Acto II: El propósito de Dios en la historia (4:1-8:1)
A. Contexto: El trono de Dios (4:1-8a); seres vivientes y ancianos (4:8b-11); el libro sellado y el Cordero (5:1-7); cánticos (5:8-14)
B. La apertura de los siete sellos (6:1-8:1
Escena 1: El jinete sobre el caballo blanco (6:1-2
Escena 2: El jinete sobre el caballo bermejo (6:3-4
Escena 3: El jinete sobre el caballo negro (6:5-6
Escena 4: El jinete sobre el caballo amarillo (6:7-8
Escena 5: Oración de los mártires (6:9-11)
Escena 6: Los eventos escatológicos (6:12-7:17; catástrofes cósmicas, 6:12-17; sellado de los mártires, 7:1-8; los mártires en el cielo, 7:9-17)
Escena 7: Silencio en el cielo (8:1)

Acto III: La iglesia en tribulación (8:2-11:18)
A. Contexto: Los altares, las oraciones de los santos (8:2-6)
B. El sonido de las siete trompetas (8:7-11:18
Escena 1: Caída de granizo y fuego (8:7)
Escena 2: Un monte precipitado en el mar (8:8-9
Escena 3: Una estrella cae sobre ríos y fuentes de aguas (8:10-11)
Escena 4: Se oscurecen las lumbreras (8:12); un ángel anuncia los tres ayes (8:13)
Escena 5: (ay 1): Pozo del abismo; langostas (9:1-12)
Escena 6: (ay 2): Cuatro ángeles desatados (9:13-15); doscientos millones de jinetes (9:16-21); el ángel con el librito (Cap. 10); tiempos de los gentiles, dos profetas, la ciudad maligna (11:1-14)
Escena 7: (ay 3): Adoración en el cielo (11:15-18)

Acto IV: La salvación de la iglesia (11:19-15:4)
A. Contexto: El arca del pacto (11:19)
B. Las siete exhibiciones (12:1-15:4
Escena 1: La mujer y el dragón (Cap. 12)
Escena 2: La bestia que sube del mar (13:1-10
Escena 3: La bestia que sube de la tierra (13:11-18)
Escena 4: El Cordero con los 144 mil mártires (14:1-5
Escena 5: Anuncio de la caída de Babilonia (14:6-13)
Escena 6: El Hijo del Hombre sobre una nube blanca y el lagar de la ira de Dios (14:14-20)
Escena 7: El cántico del Cordero entonado por los salvos (15:1-4)

Acto V: El mundo en agonía (15:5-16:21)
A. El tabernáculo del testimonio (15:5-16:1)
B. El derramamiento de las siete copas (16:2-21
Escena 1: Plaga sobre la tierra (úlcera y pestilente sobre los hombres; 16:2) 
Escena 2: Plaga sobre el mar (sangre; 16:3)
Escena 3: Plaga sobre los ríos y las fuentes de las aguas (sangre; 16:4-7) 
Escena 4: Plaga sobre el sol (calor ardiente; 16:8-9)
Escena 5: Plaga sobre el trono de la bestia (tinieblas; 16:10-11) 
Escena 6: Plaga sobre el gran río Éufrates (Armagedón; 16:12-16) 
Escena 7: Plaga por el aire (devastación; 16:17-21)

Acto VI: El juicio del mundo (17:1-20:3)
A. Contexto: Un ángel hablando desde el santuario (17:1-2)
B. El desarrollo de las siete plagas (17:3-20:3)  
Escena 1: La mujer sobre la bestia escarlata (17:3-5
Escena 2: La bestia en guerra contra la mujer (17:6-18
Escena 3: El oratorio final (18:1-19:10)
Escena 4: La Palabra de Dios en el caballo blanco (19:11-16
Escena 5: El ángel de pie en el sol (19:17-18)
Escena 6: La batalla de Armagedón (19:19-21
Escena 7: Satanás arrojado al abismo (20:1-3)

Acto VII: La iglesia en el milenio (20:4-22:5)
A. Contexto: La iglesia entronizada con Cristo (20:4-6); la autoridad limitada de Satanás y su derrota (20:7-10)
B. El cumplimiento del séptuplo plan de Dios (20:11-22:5
Escena 1: El cielo viejo y la tierra vieja (20:11
Escena 2: El juicio final (20:12-15)
Escena 3: El cielo nuevo y la tierra nueva (21:1
Escena 4: La nueva Jerusalén (21:2-8)
Escena 5: Medición de la ciudad (21:9-21
Escena 6: Iluminación de la ciudad (21:22-27
Escena 7: Fuente de vida de la ciudad (22:1-5)

Epílogo: Imprimátur sobre el libro (22:6-20)

Bendición de clausura (22:21)

Temas

Dios en su trono

El Apocalipsis enfatiza que Dios es el Señor que tiene control soberano sobre la historia y todas las fuerzas en el cielo y en la tierra. Es descrito como “El que es y que era y que ha de venir” (1:4); Él es “el Alfa y la Omega” y el “Todopoderoso” (1:8). Él es santo (4:8). Como creador de todas las cosas, es digno de toda gloria, honor y gratitud (4:9-11). Él es el Juez que juzgará a vivos y muertos según sus obras (20:11-15). También preparará un cielo nuevo y una tierra nueva como morada para su pueblo, donde no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor (21:1-5).

Cristo, el Cordero victorioso

Un tema principal es la batalla entre Cristo, el Cordero y las huestes del mal, incluyendo al dragón (12:7-9), las bestias (Cap. 13; 17:1-14), el falso profeta (19:20) y las naciones de la tierra (20:7-10). Cristo, el Cordero que ha sido inmolado, es digno de abrir el rollo sellado porque ha prevalecido (5:5, 6). Por la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio, los santos han vencido a Satanás, el acusador (12:10, 11). Cristo es el Señor de señores y Rey de reyes; Él vencerá las fuerzas que unidas harán guerra contra Él (17:14). Se lo describe como un guerrero montado en un caballo blanco, conduciendo al ejército celestial a la batalla. Hiere a las naciones de la tierra con espada aguda y destruye a todos los enemigos que hacen la guerra contra Él (19:11-21). A la vista de su victoria final, el Señor Jesucristo desafía a los creyentes a vencer y promete galardones para los vencedores (2:7, 11, 17, 26, 3:5, 12, 21).

La venida de Cristo

El inminente regreso de Cristo permea todo el libro. Juan, en la introducción dirigida a las siete iglesias, describe cómo toda la tierra será testigo de la venida de Cristo y lamentará por Él (1:7). En los mensajes a las iglesias, la venida de Cristo sirve como advertencia para los que se rehúsan arrepentirse y como aliento para los que perseveran (2:5, 16, 25, 3:3, 11). En dos ocasiones se asemeja su venida con la llegada de un ladrón, un llamado a despertar y a estar alertas (3:3, 16:15). Las palabras “vengo pronto” se repiten en varias ocasiones con la promesa de bendición, galardones y juicio (3:11, 22:7, 12, 20). Finalmente, el libro concluye con la respuesta de Juan ante la inminente venida del Señor: “¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!” (22:20).

El reino de Dios y la salvación 

En medio de la tribulación y la calamidad, el reino de Dios y la salvación están firmemente establecidos. Cánticos de alabanza a Dios por su poder y salvación resuenan por todo el libro (4:8-11, 5:9-13, 7:10-12, 11:17, 12:10, 19:1-6). Se identifica al pueblo de Dios como el que ha sido lavado y redimido por la sangre del Cordero (1:5, 5:9, 7:14, 14:3, 4). Su pueblo tiene el privilegio de entrar en la ciudad santa y el derecho al árbol de la vida (21:24, 22:14). Jesucristo es el regente sobre los reyes de la tierra (1:5, 15:3, 17:14, 19:16), a Él pertenecen los reinos de la tierra (11:15). Él nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios el Padre, y aquellos que obtengan victoria reinarán con Él por los siglos de los siglos (1:6, 5:10, 20:4, 6, 22:5).

Relevancia moderna

Al final de la era apostólica, el Señor Jesús reveló a su iglesia el inminente juicio de Dios y el retorno de Cristo. Mientras se cumplan las señales del último tiempo, no podemos caer en el letargo y la pobreza espiritual. Nuestro Señor está a la puerta. Ahora debemos prepararnos. Si las iglesias de la época de Juan necesitaban arrepentirse y estar listas para el pronto regreso del Señor, ¡cuánto más debemos hacerlo ahora nosotros!

El Apocalipsis, además de advertir tanto a los creyentes como a todos los que viven en la tierra, contiene muchas promesas para los que lean, oigan y cumplan las palabras de la profecía. Constantemente, los mensajes y las visiones nos recuerdan del galardón que espera a los que son fieles a los mandamientos de Dios. Se presentan en detalle las imágenes de la ciudad gloriosa, el cielo nuevo y la tierra nueva. Nuestros corazones anhelan morar con Dios por siempre. Aunque ahora vivamos en tiempos peligrosos y a menudo pareciéramos indefensos ante las presiones y tentaciones del mal, tenemos un futuro brillante que nos espera. Aunque Satanás pareciera estar en control, sabemos que el amanecer se acerca y que reinaremos con Cristo. Por el poder de nuestro Señor Jesús, quien venció el pecado y la muerte, nosotros también venceremos.

Mapa & Tabla

Cuadro C: Visión panorámica del Apocalipsis