Lea cuidadosamente

La observación es el paso más elemental en el estudio de la Biblia. La interpretación errónea es frecuentemente el resultado de una lectura descuidada. Solamente podemos interpretar lo que significa un pasaje cuando sabemos lo que dice. Antes de cada lección, lea el pasaje atentamente. Léalo unas cuantas veces hasta que se familiarice con el mismo. Observe las palabras, las frases, la estructura del párrafo, las relaciones, los énfasis, así como cualquier otra cosa que le parezca inusual. Al hacer esto, descubrirá cosas que nunca hubiera podido ver si hubiera leído el pasaje de forma casual.

Use un lápiz

Mantenga ocupado su lápiz o lapicero anotando sus observaciones y pensamientos conforme avance en el pasaje. Marque las palabras y frases claves. Tome nota de la relación que existe entre las palabras, las frases, las oraciones y los párrafos. El anotar sus observaciones en un papel ayudará a que su mente se mantenga enfocada en el texto de la Biblia y dejará una impresión mucho más profunda en su mente. Sus anotaciones también se tornarán un material de referencia valioso para la próxima vez que usted regrese al pasaje.

Estudie con oración

“... nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1 Co 2:11). La guía del Espíritu Santo es clave para entender y ser inspirado por la palabra de Dios. Ore cada día y pida a Dios que le revele la verdad en sus palabras. Siempre que se encuentre con un pasaje difícil, apóyese en el Espíritu Santo y póngalo en oración. A través de su vida de oración, Dios abrirá sus ojos interiores para que conozca su voluntad y le dará fuerzas para ponerla en práctica.

Permita que la palabra le hable

El estudio de la Biblia no es un ejercicio intelectual. Su objetivo es cambiar al lector en sus pensamientos, conducta y estilo de vida para conformarlos a la voluntad de Dios. El objetivo final de cada estudio bíblico es que apliquemos la palabra de Dios en nuestras vidas. Dios revela su voluntad al humilde. Por eso, siempre debe acercarse a la Biblia con una actitud de ser enseñado y corregido. Cuando usted está dispuesto a permitir que la palabra de Dios sea un espejo para reflejar sus defectos y está determinado a llevar a cabo los mandamientos de Dios, entonces su estudio de la Biblia habrá alcanzado el propósito deseado.