Autor

Pablo se identifica como el autor de la epístola (1:1). También los escritos al inicio de la iglesia respaldan ampliamente esto.

Destinatario

Timoteo, colaborador de Pablo y “verdadero hijo en la fe”. (1:2, 18).

Fecha

El libro de Hechos finaliza con el registro del primer encarcelamiento de Pablo en Roma, que tuvo lugar alrededor de los años 60-62 d.C. Luego de su liberación, es muy probable que haya hecho un último viaje misionero a España, antes de ser apresado nuevamente y martirizado por el Señor. Es posible que durante ese viaje final, alrededor de los años 62-66 d.C., Pablo escribiera esta epístola.

Lugar

Es posible que Pablo estuviera en Macedonia cuando escribió esta epístola, la cual envió a Timoteo que estaba en Éfeso (1:3).

Propósito

Pablo urgió a Timoteo a que permaneciera en Éfeso por un propósito específico: “mandar a algunos que no enseñen diferente doctrina ni presten atención a fábulas y genealogías interminables…” (1:3-4). La carta de Pablo es para recordar a Timoteo el cargo de defender la sana doctrina y combatir las falsas enseñanzas en la iglesia.
Además, Pablo instruye a Timoteo respecto a los cargos en la iglesia, la adoración a Dios y las responsabilidades pastorales para con varios grupos. La meta es enseñar a los creyentes a vivir en santidad (piedad) tanto en casa como en la congregación. Pablo también exhorta a Timoteo a dar buen ejemplo a los creyentes, permaneciendo firme en la sana doctrina, buscando el progreso espiritual y peleando la buena batalla de la fe.

Características únicas

  1. 1 y 2 Timoteo y Tito son conocidas como las Epístolas Pastorales, dado que se dan instrucciones a dos de los asistentes de Pablo respecto al cuidado pastoral de la iglesia. 
  2. La frase “palabra fiel” resalta una enseñanza clave y no se repite en ninguna otra parte del Nuevo Testamento, sino sólo aparece cinco veces en las Epístolas Pastorales (1 Ti 1:15, 3:1, 4:9)(2 Ti 2:11; Tit 3:8).

Versículo central

“Para que, si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y defensa de la verdad”. (3:15).

Visión panorámica

  1. Lea toda la epístola para tener una idea general. Luego avance por cada sección como se indica en el cuadro B y anote un título que describa cada sección. 
  2. Note la estructura simétrica de la epístola (Ver Willbert B. Wallis, “1 y 2 Timoteo” en The Wycliffe Bible Commentary, págs. 1368-70). Encargo o instrucción (1:3-16) Himno (1:17) Encargo o instrucción (1:18-20) Encargo o instrucción (2:1-3:15) Himno (3:16) Encargo o instrucción (4:1-6:2c) Encargo o instrucción (6:2d-15a) Himno (6:15b-16) Encargo o instrucción (6:17-21)

 

Temas

Sana doctrina

La responsabilidad primordial de Timoteo en la iglesia es enseñar y defender la sana doctrina. Algunos en la iglesia se habían desviado con palabras vanas, pretendiendo ser maestros de la ley pero sin comprender las cosas que decían y afirmaban (1:6-7, 6:20). Ellos prestaban atención a fábulas y genealogías interminables, que causaban disputas en vez de edificación en la piedad (1:4, 4:7). Pablo también señala que en los últimos tiempos algunos escucharán a los espíritus engañadores y a las doctrinas de demonios, hablando mentiras con hipocresía, prohibiendo el matrimonio, y mandando el abstenerse de ciertos alimentos (4:1-3). Por esto, Pablo encarga a Timoteo que evite y rechace todas estas cosas, y que detenga la obra de aquellos que las enseñan.

Timoteo, como buen ministro de Jesucristo, bien nutrido en las palabras de fe y en la sana doctrina, debe ordenar y enseñar a los creyentes a seguir la sana enseñanza (4:6, 11, 6:2). Timoteo debe enfocarse en la lectura, la exhortación y la enseñanza (4:13). También debe cuidarse de sí mismo y de la doctrina, y perseverar en ello para salvarse a sí mismo y a los que le escuchan (4:16).

Piedad

La sana doctrina que Pablo con frecuencia menciona, es la doctrina que es conforme a la piedad (6:3). Es según el glorioso evangelio del Dios bendito y el gran misterio de la piedad (1:11, 3:16). Esta enseñanza trae edificación en santidad en vez de disputas (1:4), y su meta es el amor nacido de un corazón puro, de una buena conciencia y una fe no fingida (1:5).

La piedad se difunde en cada aspecto de la vida del creyente. Los cristianos deben presentar súplicas, oraciones e intercesión por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que puedan vivir quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad (2:1-3). Los hombres han de ser santos y orar constantemente, sin ira ni contienda (2:8). Asimismo, las mujeres han de comportarse de forma piadosa, adornando con modestia, buenas obras, fe, santidad, amor, y dominio propio (2:9-15). Los que ministran en la iglesia, como los obispos y diáconos, deben ser creyentes de conducta santa e irreprochable (3:1-13). Los siervos han de honrar a sus amos, para que el nombre de Dios y su doctrina no sean blasfemados (6:1). La piedad también es la base para una comprensión correcta respecto al uso de las riquezas (6:6-10, 17-19).

Mientras Timoteo enseña a los creyentes a vivir en piedad, en lo personal, él también debe ejercitarse para la piedad, la cual es provechosa para todas las cosas, teniendo promesa de esta vida presente y de la venidera (4:7, 8). También debe huir de las conductas y actitudes pecaminosas, siguiendo la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre (6:11).

Orden y cargos en la iglesia 

El propósito de la epístola es mostrar a Timoteo cómo un ministro debe comportarse en la iglesia, la casa de Dios (3:15). Por lo cual, Pablo da instrucciones específicas sobre el orden en la iglesia, para que la piedad y la sana doctrina prevalezcan en la casa de Dios. 

Pablo establece los criterios para los obispos y diáconos, cuyas responsabilidades son enseñar, cuidar y servir a los creyentes (3:1-13). Escribe sobre el rol de la mujer en la iglesia (2:11-13), trata el tema del cuidado de las viudas en la iglesia (5:3-16), e instruye a Timoteo respecto a la disciplina en la iglesia (5:19-25). Si la conducta de los creyentes fuera conforme a la piedad según la sana doctrina, entonces no habría lugar para la doctrina de engaño ni para las contiendas.

Palabras/frases claves

, , , , , , ,

Relevancia moderna

El Espíritu Santo reveló con claridad que en los postreros tiempos algunos abandonarían la fe, prestando atención a espíritus engañadores y doctrinas de demonios (4:1). Por esta razón, el mandato de ejercitar la piedad y aferrarse a la sana doctrina es algo relevante para este tiempo, cuando los creyentes están en constante peligro de sucumbir a las doctrinas engañosas y la conducta inmoral. Ya sea en nuestras vidas personales o en la iglesia, debemos ser fieles al mensaje del evangelio y vivir de una manera que exhiba la gloria de Dios. Debemos rechazar todo lo que no edifica y ejercitarnos hacia la santidad mientras nos asimos de la vida eterna.

Hoy, esta epístola sirve como manual para los líderes espirituales de la iglesia. No solo podemos adoptar el modelo de las regulaciones para la iglesia según las instrucciones descritas, también podemos aprender y poner en práctica los principios de cómo cuidar la casa de Dios. Como pastores del rebaño de Dios, somos responsables de enseñar la sana doctrina, estar alerta ante las falsas enseñanzas, y exhortar a los creyentes a vivir en piedad. También hemos de cuidar de nosotros mismos, buscando la justicia, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre.